¡Claro!
repetí con fuerza.
El mundo, ese mundo atroz y feroz,
necesita sentir el orgasmo,
paralizar las horas,
repetirse.
Merezco placer.
Ese mundo rápido,
unidireccional,
necesita una revolución.
Un orgasmo,
dar vuelta a las horas,
más noches de placer
menos noches de sangre.
la petite mort,
la petite mort,
la petite mort.
Sueña el mundo
con crear la danza del placer,
labios rotos de la mente y el cuerpo
que rondan la revolución empapada.
Día y noche
hacen puntos muertos.
Sonríen,
y después,
el mundo sigue girando.